Deberes para el nuevo curso

Dejar atrás los miedos. Desprenderme de lo que contamina y no suma. Trabajar la resiliencia. Pasar por la vida disfrutándola, viviéndola. Detenerme. Mirar con altura que no altivamente. Buscar lo auténtico que no la verdad -que no existe-. Bucear para hallar tesoros escondidos. Descubrir nuevos paisajes. Redescubrir lo añejo.

Tomar las riendas y tirar de ellas. Luchar por los sueños perdidos o aparcados en el camino. Enfrentarse al tedio si es necesario. Quedarse con el lado bueno – siempre- de las cosas. Dedicarse unos momentos de soledad -buscada-. Deleitarme con conversaciones interesantes. Ser adulta y -otras pocas veces- niña.

No navegar contra corriente. Pero tampoco sentirme arrastrada por la corriente. Mantener los principios para creerme y quererme. Cultivar la personalidad positiva. Despojarme de los prejuicios. Respetar a la diversidad. No juzgar. Ejercer la tolerancia. Aligerar los problemas -que no son-. Restar importancia a lo que no la tiene. Alejarme de las malas vibraciones.

Descuidar las obligaciones innecesarias. Apostar por los tiempos de calidad. Coser y coser. Sonreír al levantarme. No contarme las canas. Retozar más con mis retoños. Crecer con ellos. Poner a raya el mal genio. Contar hasta diez lentamente. Relajarme. Dejar volar la imaginación. Creer en el futuro. Dar gracias a la vida.