Un año más la Feria del Libro de Madrid no defrauda. Para quienes todavía no hayan acudido al Retiro aún están a tiempo. Hasta el 15 de junio pueden disfrutar de uno de los acontecimientos culturales más esperados de la capital a la vez que pasean por uno de los parques más emblemáticos de la ciudad. Desde aquí deseo que la anhelada lluvia, elemento indispensable de la feria, no sea un impedimento para acercarse a la gran cita con la lectura, que este año cumple su 75 aniversario.
Hay espacio para todos. A las grandes librerías se suman otras más modestas, las especializadas, las institucionales, las infantiles… todas ellas comparten el Paseo de Coches del Retiro. Pero lo mejor, es el trato que se da al lector. La cercanía de quienes aconsejan y atienden se une a la cordialidad de los escritores que cada año se reúnen con su público, en un encuentro cálido entre el inventor de las ideas y el seguidor de las mismas.
Acudir a la Feria del Libro supone pasear y detenerse. Porque, junto a los habituales ‘best sellers’ de reciente actualidad que ocupan los primeros puestos, se encuentran libros más singulares: atlas con más de diez siglos, joyas literarias, antigüedades, ediciones manuscritas valoradas en varios miles de euros y otros tesoros escondidos que reposan pacientes entre los estantes de las librerías a la espera de ser descubiertos.
Por último, sólo nos queda animar, una vez más, al lector a que se reúna con la gran fiesta de los libros. A que disfrute de la magia que envuelve a la lectura. Le proponemos también que se deleite con la no menos recomendable exposición fotográfica que se muestra a la par y cuyo motivo principal es el agua. Y, para los más pequeños, les recomendamos los talleres infantiles donde se fomenta esa pasión por leer que se despierta en la niñez y nos acompaña para el resto de nuestras vidas.