Elfidio Alonso: El Narrador del Siglo XX

Político y periodista, Elfidio Alonso fue un republicano comprometido con el tiempo que le tocó vivir. Su activismo político y el ejercicio de la libertad de expresión le trajeron como consecuencia un consejo de guerra y un expediente de responsabilidades políticas tras la guerra civil. Lo pagó con el destierro. Desde el exilio siguió empleando vivamente su pluma. Fue periodista hasta el final de sus días.

Compromiso y vocación

No queremos que caiga en el olvido una de las plumas más longevas del periodismo. Su larga vida le hizo ser partícipe de los acontecimientos ocurridos a lo largo de casi un centenar de años. Es por esta razón por la que se hace difícil hacer una sinopsis de lo que ha significado su larga carrera profesional para el mundo del periodismo.
Es la vida de este canario la historia de casi un siglo. Elfidio Alonso Rodríguez nació en la localidad tinerfeña de Taraconte allá por 1905 y murió en su isla, después de muchas vueltas por el globo, en 2001. Es conocido por su actividad política y periodística. Ambas profesiones van de la mano a lo largo de su vida, pero es por su calidad de periodista por lo que le destacamos aquí.
Hay un hecho que le hace destacable: su origen y su proyección posterior. Y es que no hay que olvidar que es un hombre procedente de una remota isla del Atlántico que, con el paso de los años, se convertirá en narrador de la historia de España y de las Américas.
Son su espíritu emprendedor y su interés por la política algunos de los impulsos que siente este joven estudiante al llegar a Madrid. Durante su primera juventud empieza a colaborar en círculos republicanos y en periódicos de la misma línea. Con la proclamación de la Segunda República se convertirá en cronista parlamentario de “El Imparcial” y corresponsal de “Hoy”.
Su activismo político es cada vez más evidente. En 1931 es nombrado secretario del grupo de diputados de la circunscripción de Tenerife. Al formarse el primer gobierno de Lerroux es designado secretario político del ministro de Hacienda don Antonio Lara y Zárate.
Su compromiso con la República le hace dar un paso más. Saldrá elegido diputado del Partido Republicano tinerfeño en las elecciones de 1933 y de Unión Republicana en las elecciones de 1936. Un año más tarde se convertiría en Subsecretario de Obras Públicas y en 1938 en Subsecretario del Ministro de Transporte y Marina Mercante. Además, desempeñó el cargo de vocal en varias Comisiones Parlamentarias .

Al frente de ‘ABC’

La guerra civil será un punto de inflexión importante para la vida de muchas cabeceras. Es el caso de ABC en su edición madrileña. Este diario de tradición monárquica, será incautado por un Consejo Obrero al frente del cual estará Augusto Vivero. En estos primeros momentos, Elfidio Alonso se encargará de la representación de Unión Republicana en ‘ABC’.
Vivero había intentado convertir a ‘ABC’ en un periódico republicano. Pero la realidad es que los milicianos que luchaban en el frente no se sentían atraídos por el mismo sino por periódicos comunistas y socialistas. La dirección del periódico entiende que ‘ABC’ debe ser un órgano republicano, razón por la que pide respaldo político a Martínez Barrios.
Son momentos de violencia virulenta. Augusto Vivero apuesta por publicar los acontecimientos más sórdidos, razón que conduce a un cambio en la dirección. A partir del 13 de agosto de 1936 Elfidio Alonso se hace cargo de ‘ABC’. Será la moderación imprimida por Alonso la que consiga que el periódico empiece a venderse un poco más.
La situación de excepcionalidad que se produce con una guerra hizo que no resultara fácil encontrar a columnistas destacados que quisieran colaborar en el diario. Una veintena de redactores y técnicos sacaban adelante el periódico. Las noticias se recibían a través de los propios soldados o desde las agencias Febus y Havas, principalmente.
Elfidio Alonso supo darle un estilo personal al periódico. Escribía todos los días el editorial, la columna ‘La flecha en el blanco’, firmando bajo el seudónimo de “Sagitario” y de vez en cuando «Noticias del día». Su paso por ‘ABC’ le convirtió en un reconocido periodista. Desde ese momento pasará a formar parte de la historia del periodismo español.

Las consecuencias de la guerra

Al terminar la guerra, su vinculación con partidos republicanos le pasaría factura. Su vida ya no volvería a ser como antes porque el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Madrid le abriría expediente para examinar concienzudamente su trayectoria profesional.
En la denuncia consta que: «militaba en el Partido Radical y al producirse la escisión en este partido, se inscribió en el de Unión Republicana, o sea, el creado por Martínez Barrios, representando a dicho partido fue elegido diputado en las elecciones de febrero de 1936, habiendo sido Vocal de varias Comisiones Parlamentarias; dirigió el periódico «ABC», en la época roja y fue además Subsecretario de Obras Públicas durante el dominio marxista» .
Los informes oficiales apuntaban que había huido y que permanecía en el extranjero. Y que no se habían podido valorar las cargas familiares ni los bienes. A pesar de ello, es condenado a las sanciones de extrañamiento por un periodo de cinco años y a la económica de pago de veinticinco mil pesetas.
Un consejo de guerra le condenó en su ausencia. Después le fue concedido el indulto. Pero en esas fechas, Elfidio Alonso andaba tras el Pirineo, “evadiéndome de los campos de concentración franceses. Afortunadamente todavía me faltaba recorrer mucho camino, hacer otros periódicos, ser espectador de más episodios de guerra y del nacimiento y desaparición de unos cuantos dictadores» .

Estuvo exiliado más de sesenta años. Se apartó de la política pero su vocación periodística fue creciendo. De Francia partió hacia Suramérica. Allí se consolida como gran cronista de la historia. Escribió en La Nación, de Santo Domingo; Estampa y Ya Gráfico, de México, y Gente Nuestra, de Venezuela .
Después de su largo periplo por el mundo, regresará a España en los años ochenta y se instalará en el poblado vasco de Urdanibia donde colaboró en «Día», «El Diario Vasco» y «El País». Donará su biblioteca compuesta de 9.000 volúmenes al ayuntamiento de Irún .
Los últimos años los pasó en su tierra natal donde publicaba semanalmente un artículo en “Diario de Avisos” de Tenerife. Fue galardonado en 1998 con la Medalla de Oro de Canarias. Recientemente se han publicado varios libros con artículos suyos que recogen su pensamiento, recuerdos e impresiones de la que fue su vida, ese largo recorrido por el mundo que ha caído en el olvido.  

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